Ya finalizaban los 80′ y tras el éxito de “Arma Mortal” su productor Joel Silver quería ofrecer un producto similar al estudio Fox. Para aquello utilizó tanto el modelo Beretta 92F para el héroe e incluso la musicalización por parte de Michael Kamen.

Aquello derivó en la exitosa saga de cine “Duro de matar”, protagonizada por Bruce Willis, asociada a la idea de contar la historia, gracias a una novela creada para una cinta que protagonizaría Frank Sinatra en el papel del policía de New York, Joe Leland, que siempre estaba en el lugar y momento equivocado.

John McClane es, sin duda alguna, el rol al cual Bruce Willis le debe “todo”. Aquello se debe a que gracias a este saltó de la televisión al cine.

La cinta, que en un principio sería la secuela de la cinta “Comando”, debutó en 1988 y se ha mantenido en el tiempo apoyada por millonarias recaudaciones. En un principio, el papel del detective John McClane, fue ofrecido a Frank Sinatra, Sylvester Stallone, Burt Reynolds, Nike Nolte, Robert De Niro, Charles Bronson, Richard Gere, Don Johnson (Miami Vice), Richard Dean Anderson (Mac Iver), Tom Berenger, Harrison Ford y Mel Gibson. Finalmente el protagonista de la serie “Luz de luna” (Moonlighting), Bruce Willis, obtuvo el papel y recibió un sueldo de cinco millones de dólares, una cifra importante para la época, la cual sólo fue autorizada por el presidente de Fox: Rupert Murdoch.

La única película “Duro de matar” basada en un guión original es la tercera entrega, la primera se basa en la novela de Roderick Thorpe llamada “Nothing last forever”, la cual sería la secuela de una cinta protagonizada por Frank Sinatra en 1968 llamada “The detective”. Sinatra rechazó hacer la segunda parte a los 73 años, dejando el camino libre a Willis quien en la película debería rescatar a su señora y no a su hija ejecutiva de una multinacional petrolera que había finalizado “oscuros tratos y temas legales” en Chile durante la época de Pinochet, según se menciona en el libro, la historia transcurre siendo Joe Leland (McClane) un detective jubilado.

Renovación del guión y nuevo tratamiento al héroe y villano

Y en ese andar tuvieron que adaptar el guión a nuevos tiempos por lo que, según consignó el programa “Netflix: Las películas que nos formaron”, el nuevo guionista a cargo Jeb Stuart , en pleno rodaje, debió ajustar la historia en base a más humor y acción. Eso incluyó modificar el enfoque tanto en el rol de John McClane como el de Hans Gruber.

El de McClane debía tener más humor puesto que Willis estaba con la “carga” de la serie “Luz de luna” (Moonlighting). Mientras que el del villano, interpretado por el actor de teatro (Broadway), Alan Rickman, debía tener un tono más intelectual. Aquello se debe a que Gruber era un supuesto terrorista alemán que dirigió el ataque al Nakatomi Plaza, pero que al final era un ladrón refinado.

Rickman, después de este papel, pudo acceder a muchas producciones de Hollywood como fue el caso de “Robin Hood” y “Harry Potter”. Lo que a la larga le permitió estabilidad en la industria del cine.

Alan Rickman, según relata el programa de Netflix, no sabía ni siquiera sostener un arma. Asimismo, en pleno rodaje, no podía filmar la escena en la que se encuentran héroe y villano porque se dispararían de inmediato pero, en el catering, es decir, mientras almorzaban, a Rickman, en modo de broma, le consultaron como un británico podía desarrollar un acento americano. Y en ese momento él improvisó con tonos de voz en relación a una persona débil y miedosa “oriunda del estado de California”, lo que generó la risa del staff y aprobaron el estilo que le daría a una escena. La cual no estaba contemplada hasta ese punto pero el cambio de voz lo permitió ya que se diferenciaba del anterior tono que utilizó durante las otras tomas en las cuales no se veía con Willis.

Y lo más divertido del rodaje se relacionó a la muerte del carismático villano. Aquello se debe a que lo colgaron, a petición de él, para no ocupar dobles, con unos cables a 12 metros del piso que estaba con una colchoneta especial. Sin embargo, mientras estaba en un set con pantalla azul, el miedo, durante todo el día que duro el rodaje de esa escena, tenia paralizado a Rickman por lo que decidieron darles instrucciones erróneas para que se asustara más aún y así la escena fuera más creíble.

Una escena planificada, en cada detalle, salvo en el susto que le dieron a quien participó de esta escena.

La idea fue muy simple ya que los productores tuvieron la ocurrencia de informarle que después de la cuenta de tres le iban a soltar. No obstante, al contar dos soltaron al actor y la expresión de su rostro al caer fue bastante más convincente, lo que generó que hasta el día de hoy sea una de las escenas más recordadas de la película.

Revisa la recordada escena en la que muere el villano Hans Gruber: