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¿Qué es la Pesca a Vista o Visual? Una gran experiencia

La “Pesca a Vista” o “a la Vista” es una de las técnicas más valoradas y apreciadas, por su efectividad, pero más aún por la experiencia de ver a los peces antes de lanzarles la mosca.

Se conoce como “Pesca a Vista”, e incluso “Pesca Visual”, a la posibilidad de divisar a una trucha antes de lanzarle la mosca, estableciendo la mejor estrategia, patrón de mosca, pero más importante, tener certeza de dónde debe caer la mosca para que esté a la vista del pez.

Trucha visible cerca de la superficie

Foto: Rodrigo Sandoval U.

Trucha visible cerca de la superficie

Suena ideal, pero está lejos de ser fácil. Muchas veces es muy difícil o imposible detectar los peces, sin las técnicas y equipo adecuado.

Una trucha a la vista

Foto: Rodrigo Sandoval U.

Al detectar una trucha visualmente es posible lanzarle una mosca en la posición adecuada, maximizando las posibilidades de pesca

Lo primero al llegar al sector que se va a pescar es ubicar una posición lo suficientemente elevada y alejada del río, que permita un buen ángulo de observación. Es necesario evitar producir sombra en el agua y a la vez ubicarse en una posición que no produzca un claro contraste con el cielo. La idea es posicionarse en un ángulo inferior a la línea de los cerros aledaños.

Aún mejor es contar con la ayuda del guía o de un compañero de pesca, con quien se podrán turnar en el rol de vigía, de tal forma que quien esté en mejor posición de observación sea el que dé las indicaciones al que esté en mejor posición de lanzamiento.

Teniendo una buena visión del trecho de río se observan diferentes lugares prometedores para detectar algún pez. Las ocasiones en que se podrá ver claramente una trucha sosteniéndose en la corriente serán pocas. Es más probable que haya que buscar ciertos indicios de peces para poder detectarlos.

Detectando Peces

Una clave fundamental en la detección de peces, es que no es necesario ver un pez completo. Basta con ubicar parte de su cuerpo en movimiento. Una cola que se asoma detrás de un tronco, o bajo unas ramas de la orilla, o sobresale de una piedra o sombra de ésta son pistas que conviene observar detenidamente.

A veces una sombra que se mueve es suficiente para detectar una trucha

Foto: Rodrigo Sandoval U.

A veces una sombra que se mueve es suficiente para detectar una trucha

Al observar el fondo, muchas veces es posible detectar una sombra que se mueve con el fondo, aunque el pez que la produce no sea visible, porque su coloración superior lo camufla con el lecho del río. La manera más simple de distinguir una sombra de trucha en el fondo, de una mancha en el lecho es esperar algún movimiento. Los movimientos llegarán a ser claros y no serán confundidos con una roca en el lecho que parece ondular por el efecto de la superficie del agua en nuestra observación.

Basta con ver una parte del pez para detectarlo

Foto: Rodrigo Sandoval U.

Basta con ver una parte del pez para detectarlo

En agua corriente más rápida o fuerte, la superficie del agua distorsiona la visión de lo que hay bajo la superficie. Aun así es posible ubicar peces buscando otras señales de su presencia. Por ejemplo, una trucha que se está alimentando en la corriente, periódicamente abre la boca para tragar un organismo. Al hacer esto, es posible llegar a ver el blanco de su boca contrastado con el oscuro fondo. Si la trucha es constante, se podrá ubicar en el mismo punto del río un punto blanco que aparece y desaparece.

También, las truchas al moverse bruscamente utilizan la ondulación sus colas y a veces de su cuerpo completo. Dependiendo del ángulo de la luz será posible ver unos súbitos reflejos plateados que no son más que sus lados reflejando la luz de arriba, o a veces su blanco color inferior. Esta es una situación muy conveniente de observar a los pies de un rápido o de una pequeña caída de agua que sólo permite ver blanca espuma, salvo por ciertos brazos de agua profunda.

Poder detectar estos movimientos requiere de paciencia, porque es necesario esperar que el pez decida moverse. Si se está frente a un trecho de agua que representa un excelente lugar para que una o varias truchas se establezcan, entonces conviene invertir unos minutos hasta ubicar alguna de las señales mencionadas hasta ahora.

Dependiendo de la hora y de las condiciones climáticas del día y del río, una trucha puede permanecer inmóvil por largos periodos. En dichos casos no será tan evidente poder detectar su presencia. La observación detenida de las sombras en el fondo puede dar la clave en estos casos. En su gran mayoría, las rocas del fondo poseen formas angulares que se retratan de la misma manera en la sombra del fondo. Al observar estas sombras y detectar algunas curvas redondeadas poco naturales hay que observar más detenidamente. Podría ser un pez que se está refugiando al costado o detrás de la roca. Lo mismo es válido para ramas sumergidas.

La posibilidad de divisar a los peces, identificando su posición, su comportamiento, y su ritmo de movimiento resulta ser una técnica muy productiva en la pesca y a la vez le dan un componente emocionante a la jornada. Estas técnicas están orientadas a identificar a estos peces cuando no existe una actividad muy marcada en la superficie.

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