• Pablo Carrasco, ex guía de Running
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Navidad y Año Nuevo son sinónimo de fiebre de regalos, excesos de comida, cambios de horarios y largos paseos de compra.

Pero depende de nosotros si lo hacemos más liviano y organizamos mejor nuestros tiempos para no detener los entrenamientos habituales.

Por ejemplo, es bueno programar tus carreras. Dale un vistazo a tu semana y anota cuando crees que vas a ser capaz de participar en una.

Prepara una sesión de ejercicios en casa y crea una rutina para esos momentos en que no puedes ir al gimnasio. Abdominales, sentadillas y muchos otros, se pueden hacer sin ningún tipo de equipo de gimnasio. También, puedes subir y bajar escaleras, es una gran sesión de cardio.

Agrega un poco de alegría navideña a sus carreras. Usa un sombrero del viejo pascuero, sal a correr de noche y ve las luces de Navidad de tu barrio. O escucha algunas canciones navideñas durante tus trotes.

Se flexible con su horario. Si acostumbras correr después del trabajo, y hay una fiesta por la noche, puedes despertar una hora más temprano y salir antes de trabajar. A las 8 de la mañana ya hay un lindo sol. Recuerda que una carrera de 20 minutos es mejor que dejar de correr del todo.

Además, los niños están de vacaciones. ¡Invítalos a salir contigo! El ir a correr o disfrutar del aire libre en familia puede ser toda una experiencia.