Hace siglos el Jengibre fue introducido en Japón desde China y ha sido apreciado como planta medicinal y condimento. El jengibre ocasionalmente florece y se cultiva mediante la propagación de sus rizomas (tallo subterráneo que crece horizontalmente, generando raíces y brotes herbáceos de sus nudos), la planta crece hasta una altura de 60 cms. aproximadamente y tiene unas hojas largas, estrechas y acabadas en punta. El jengibre tiene un aroma refrescante y bien definido, los rizomas (tallos horizontales y subterráneos) jóvenes de jengibre son tiernos y jugosos, en comparación con los más viejos que son más fibrosos y picantes.

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El jengibre tiene propiedades antibacterianas potentes y naturales, ayuda a la digestión y estimula la circulación. Actualmente, disponemos de jengibre durante todo el año, es importante que seleccione rizomas firmes, pesados y de piel lisa, evitando aquellos que tengan la piel arrugada y sean blandos. El jengibre adquirido en óptimas condiciones dura hasta dos semanas en un lugar fresco y seco.

El jengibre suele encurtirse solo o con otros ingredientes. El jengibre encurtido es un acompañamiento fundamental para el sushi, sashimi y diversas elaboraciones con pescado. Se prepara con el jengibre cortado en rodajas o tiras muy finas y después se conserva en un vinagre endulzado, permitiendo que presente un color rosa debido a la reacción química entre ambos.

El jengibre rallado se utiliza en salsas para la carne a la plancha y platos de tempura. También está el jengibre en polvo que se muele cuando está seco, obteniendo un fino polvo que se utiliza generalmente para preparar dulces o galletas. Si quieren un sabor más fuerte, es recomendable que utilicen jengibre picado muy fino. Es importante destacar, que el jengibre en polvo conviene adquirirlo en pequeñas cantidades, ya que su sabor disminuye con el paso del tiempo.

Sugerencias para consumir Jengibre:

 - Marinada: Mezclar jengibre rallado con sésamo, aceite vegetal, ají verde picado finamente, pimienta negra recién molida y hierbas aromáticas frescas bien picadas, ideal para aliñar ensaladas o adobar carnes blancas.

- Té: Prepare una infusión de jengibre y corteza de limón en agua hirviendo durante tres minutos y agregue un poco de miel para endulzarlo.

- Jengibre frito: Corte el jengibre en finas tiras, freír en aceite caliente y abundante hasta que se vuelva dorado y crujiente, luego escúrralo. Es un buen acompañamiento para fideos, ensaladas o sopas orientales.

- Aceite aromatizado: Caliente rodajas de jengibre sumergidas en abundante aceite de oliva. Deje enfriar y guarde el aceite con el jengibre en botellas o frascos, deben conservarlo en el refrigerador y se utiliza para otorgar sabor a frituras, aliños y marinadas.

- Bebida: Ideal para purificar el cuerpo, pueden preparar en la licuadora una combinación de zumo de manzana, zanahoria, piña o melón, agregando un poco de jengibre. Se sirve bien frío con cubos de hielo.