• María Luisa Hervías, ex guía de Nutrición
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¿Te ha sucedido que vas a preparar desayuno y te encuentras con la sorpresa, que te olvidaste de comprar pan? Bueno, eso lo puedes solucionar, manteniendo pan en tu congelador. El bajo contenido de agua, así como de grasas, nos permite conservar este producto varios meses en el congelador, sin que pierda sus características organolépticas (textura, sabor), al momento de descongelarlo.

¿Como debemos hacer el proceso para conseguir tener este importante alimento siempre en nuestra casa? Cuando compre pan, aproveche y compre un kilo más para congelar. Este pan debe colocarlo una hora en el refrigerador para eliminar el agua que aún está contenida en este producto. Saque el pan de la bolsa con agua y trasvasíjelo a otra bolsa o recipiente plástico limpia(o). Es importante que los envases estén bien limpios, para mantener la inocuidad del pan durante la congelación.

Trabaje con envases lo más herméticos posible. A las bolsas les puede retirar el aire, cerrando bien la bolsa, haciendo un pequeño orificio en la punta y por ahí extraer el aire con la boca, hasta que la bolsa quede totalmente adherida al pan (doble la puntita donde hizo el orificio).

Estos envases los puede ahora colocar en su congelador y mantenerlos ahí por dos a tres meses. Cuando necesite ocupar este pan, lo único que debe hacer es sacar la cantidad de pan que requiere, lo coloca en el microondas, en el proceso de descongelar, por unos dos minutos (en caso de más de dos panes), dando vuelta el pan para que no se pegue en el microondas. Una vez que compruebe que en el centro está relativamente blando, córtelo por la mitad y póngalo en el tostador o bien entero, puede colocarlo en el horno.

Disfrutará de un pan con características similares a las de un pan recién comprado.