La vitamina D es esencial para el cuidado de nuestra salud. Su déficit puede causar severos problemas, especialmente en los huesos. Desde la Academia Española de Nutrición advierten que “no aporta energía, pero como el resto de las vitaminas, sin ella no seríamos capaz de aprovechar muchos de los nutrientes que entran en nuestro organismo”.

Incluso, los especialistas de dicha organización encienden las alarmas respecto a las enfermedades que puede generar su ausencia, como las autoinmunes, cardiovasculares y trastornos en el metabolismo.

“Su función principal está relacionada con el metabolismo óseo. Su acción principal es aumentar la absorción intestinal de calcio y fósforo”, indicó la dietista-nutricionista Iva Marques a Women’s Health Magazine.

Esto es clave para ganar masa a temprana edad, lo que va a evitar que una persona pueda quedar raquítica, mientras que en los adultos mayores impide que se produzca osteoporosis, condición en la que los huesos se vuelven frágiles.

¿Cuáles son los alimentos en donde más presente se encuentra? En los lácteos, como la leche de oveja, cabra y vaca, y en pescados tales como el atún, el congrio, las sardinas y el jurel.

Finalmente, según describen desde Mayo Clinic, “sus propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y neuroprotectoras contribuyen con la salud del sistema inmune, la función muscular y la actividad de las células cerebrales”.