Este postre de leche, muy sabroso e ideal para el invierno se puede servir frío o caliente, dependiendo de los gustos. Luce como hermosos copos de nieve y tiene un sabor muy suave y delicado. Sólo falta probarlo y para los más arriesgados van algunas variantes.

Ingredientes

• 1 litro de leche, puede ser descremada o entera.
• 5 huevos enteros
• 450 gramos de azúcar granulada
• 20 gramos de maicena
• 25 cc de esencia de vainilla

Tiempos

• Elaboración de la crema: 20 minutos
• Elaboración del merengue: 20 minutos
• Terminado del postre: 10 minutos
• Enfriado (si es que se quiere comer frio): 1 hora

Preparación

• Calentar 800 cc de leche con 250 gramos de la azúcar granulada, la idea es disolver los cristales de azúcar con la ayuda del calor.
• Separar las claras de las yemas. Con las claras hacer un merengue, batiendo primero las claras hasta obtener montañas firmes de claras o que cuando demos vuelta el bowl las claras queden firmemente pegadas y no se escurran. En ese momento debemos agregar 200 gramos de la azúcar granulada y batir hasta disolver los cristales de azúcar.
• Disolver la maicena en la leche restante y agregar las yemas, mezclar hasta que esté uniforme y filtrar con la ayuda de un colador. Agregar la mezcla anterior a la leche cuando esta esté comenzando a hervir, revolver de manera constante para que la mezcla espese de manera pareja.
• Una vez que la preparación haya espesado, sin quitar la olla del fuego pero siempre a fuego suave, agregar cucharadas del merengue y sumergir en la preparación, con esto formaremos pequeños copos de nieve que serán independientes, repetir el proceso hasta acabar con el merengue y luego vaciar a la fuente para posteriormente servir el postre.
• Este postre se puede servir tanto caliente como frio. Si lo van a servir frio lo recomendable es dejarlo enfriar 1 hora antes de servir.

Datos importantes

Si desean, pueden agregar algún saborizante como canela, clavos de olor, zestes de naranja o limón. Para esta receta agregar 3 gramos de canela o 2 gramos de clavos de olor, ralladura de una naranja o dos limones.

Es necesario filtrar la mezcla de maicena y yemas para que no queden grumos y el postre quede muy suave.

La leche debe estar comenzando a hervir cuando agreguemos la mezcla de yemas y maicena, ya que de lo contrario no espesaría de manera pareja y obtendríamos una preparación con partes coaguladas y otras líquidas.