Entre enero y marzo, Chile alcanzó su mayor nivel de desempleo de la última década con un 8,2%, según publicó el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Esto no es de extrañarse debido a la situación mundial que se atraviesa por el Coronavirus.

La pandemia ha llevado a la distancia social y a la necesaria cuarentena, cerrando negocios de todo tipo y parando los principales rubros que le dan trabajo al país, lo que indudablemente ha afectado los puestos de trabajo.

Lamentablemente, esto no solo está ocurriendo aquí. La expansión del Covid-19 ha implicado una paralización global. Ejemplo de esto son países como España, Estados Unidos y Alemania, quienes también han incrementado notablemente sus tasas de desempleo: se estima según el IAB Institute que en este último, las cifras llegarán hasta los 2,3 millones de desempleados.

Más allá de estos datos, el quedar desempleado siempre implica una gran posibilidad de desestabilizar el equilibrio personal.

Esto no tiene que ver solo con el factor económico y el auto sustento que implica nuestra fuente laboral, aunque claramente es un factor importante.

Pero en lo más profundo, a nivel psicológico en mayor o menor medida el trabajo tiene que ver con nuestra realización como persona.

Y es por esto que debemos cuidar nuestra salud mental, ya que podemos desarrollar una depresión debido al desempleo, lo cual generará un círculo vicioso que permitirá que esta situación afecte más ámbitos de nuestra vida.

Factores que nos hacen mas propensos a esto son, por ejemplo, repetidos intentos por lograr empleos que no se concretan y no recibir respuesta alguna de nuestras solicitudes. Es normal sentir desánimo o frustración y que esto nos haga dudar de nosotros mismos. Sin embargo, debemos tener en cuenta que ambas situaciones son comunes hoy en día como consecuencia a la situación mundial.

Si bien encontrar trabajo está actualmente fuera de nuestro control, cuidar nuestra salud mental para encontrarnos en las mejores condiciones, mientras seguimos en búsqueda de ocupación laboral, es algo de lo que si podemos hacernos cargo.

Para esto, el psiquiatra y doctor Cesar Carvajal, de la Clínica Las Condes, nos entrega algunas buenas recomendaciones:

Primero, establecer un plan de acción para utilizar de mejor forma el tiempo disponible con el que ahora contamos. De nada sirve quedarse en cama todo el día y de la misma forma solo relajarnos o estresarnos nos traerá, a la larga, la sensación de que todo este tiempo ha sido ocupado en nada. Plantéate acciones como: arreglar la casa, estar con tus hijos o familia, tener un plan de el rubro que te gustaría trabajar a futuro, etc.

Muy importante también, es ser realista y no generarse expectativas. Es muy común creer que porque un amigo o familiar tiene un buen sueldo en una empresa o negocio familiar, te conseguirá trabajo ahí.

Esto suele generarnos expectativas irreales que nos hacen planear nuestro futuro sobre castillos en el aire. Finalmente, esto solo puede traernos más frustración y alejarnos de una real posibilidad de planificación a largo plazo, o de oportunidades laborales que sí podemos alcanzar.

Además, de acuerdo al psiquiatra, es útil aprovechar el tiempo de desempleo en capacitarnos si las condiciones monetarias y emocionales lo permiten. Si no quieres gastar dinero, existen muchas universidades que ofrecen cursos gratuitos de una gran variedad de áreas laborales, pero toma en cuenta que si te sientes desanimado esto puede agregar estrés extra. No te sobre exijas y escúchate a ti mismo.

Y por último, ten en cuenta que los periodos de crisis no son eternos. En algún momento todo tiene que decaer y mejorar. Así que intenta vivir esto como lo que es, un tiempo pasajero que cambiará, como también sucede cuando pasamos buenas rachas en nuestra vida.