Sin previo aviso, y de un minuto a otro, debiste cambiar tu oficina por algún rincón que encontraste de tu casa y así tus lugares de descanso y trabajo pasaron a ser lo mismo.

Como si esto fuera poco, tu jefe no deja de llamarte o atosigarte con mails, se enoja si dejas de contestarle 5 minutos cuando estabas en el baño y el teletrabajo te termina pareciendo aún más cansador que tus antiguas jornadas laborales.

Te preguntas cómo puede llegar a ser más irritante o cuántos mails es capaz de enviar en 10 minutos porque ya ha batido su propio récord: ¿a qué se debe esto?

En primer lugar, no eres el único que siente esto. Según un estudio del portal de empleo trabajando.com, un 48% de sus trabajadores siente más presión de sus jefaturas. Es decir, casi la mitad de los encuestados que se siente estresado incluye dentro de las razones a su jefe.

Esto nos da la primera idea de por qué se está dando está dinámica. Así como tu sientes la presión, es probable que él sienta la sienta del suyo y así una cadena de nunca terminar. El teletrabajo está siendo difícil para todos. Los problemas de internet, de comunicación o de implementos con los que cuentas en la oficina en tu vida diaria merman tu labor.

Pues así mismo ocurre con quienes, además de hacer sus labores, están a cargo de personal y no los pueden ver. Tal como para ti está siendo una nueva modalidad llena de incertidumbre, ellos viven la misma situación. Así que lo primero es tener empatía, la misma que esperamos recibir de nuestros jefes.

Otra particularidad es que muchas de las personas que tienen personal a cargo mantienen la antigua usanza de liderar siendo desconfiados, con la necesidad de controlar en vez de monitorear y gestionar.

Un líder remoto debe ser capaz de darte credibilidad y ser respetado por ti, principalmente por su autoridad moral más que por el miedo que te transmita.

La profesional de la Universidad de Oxford, Camilla Hillier-Fry, actualmente socia de PeopleMatters y consultora especializada de Madrid, señala que es importante que, frente a esta nueva modalidad laboral, cada jefatura hable con su equipo y logre dilucidar cuál es la mejor forma de adaptar la jornada, en razón de las necesidades personales o familiares.

Cuéntale a tu jefe directo que estás haciendo durante el día tanto de trabajo como si debido a alguna situación en tu hogar (tener niños pequeños, necesidad de pedir salvoconducto, etc.) requerirás de mayor flexibilidad.

Además, puedes desarrollar acciones que bajen la ansiedad y presión que tu jefe o jefa puede estar depositando en ti. Cuando te solicite una tarea, manifiéstale cuánto vas a demorarte y asegúrate que quede fijada la fecha de entrega.

Dile que necesitas confianza, la misma que te dio cuando te contrató y la que tú has demostrado hasta ahora, eso es el pegamento que sustenta los equipos y si no existe en el teletrabajo no podrá ser eficaz.