• Paula Vera, ex Guía de Vida Sana
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Dentro de todo lo que los chilenos olvidan durante estas fiestas, aparte del recato y la memoria reciente por los efectos del alcohol, las dietas son el número uno de la “amnesia dieciochera”, pues la mayoría posterga el régimen y se prepara para festejar con todo lo que implica la buena mesa y las tradiciones criollas.

Los efectos nocivos de largos días de festejo, los excesos en la comida y el abuso indiscriminado de bebidas alcohólicas son consecuencia de una libertad que se toman todos los connacionales. No es misterio que al que le gusta disfrutar “a concho” las celebraciones considera a la dieta y la comida sana como un paria de las Fiestas Patrias.

Dentro de los cálculos de los especialistas, una persona puede subir entre dos y tres kilos de peso si come mucho y toma a raudales durante todos los días de festejo. El consumo de calorías para una persona que disfruta a placer el 18 de septiembre puede superar las 5 mil diarias, pese a que los nutriólogos recomiendan que hombres y mujeres no deben consumir más de dos mil calorías al día.

Por el contrario, son muy pocos los que hacen un esfuerzo por controlar las calorías que ingieren, moderar los alimentos calóricos, el alcohol y los carbohidratos que entregan las carnes con mayor contenido graso (cerdo, cordero, longanizas), empanadas, chorizos, anticuchos, papas con mayonesa, entre otros.

Comer sano, comer bien

Aunque está claro que son minoría, lentamente la vida sana y el equilibrio en lo ingerido pasó a ser una preocupación de cada vez más gente, al punto que circulan muchas dietas que pueden ser algo más que una opción para aplicar durante las Fiestas Patrias.

Para empezar, la premisa que comer sano no significa que las comidas sean sin sabor, sólo se privilegia los alimentos menos calóricos y más nutritivos, pero que a  su vez son un deleite para los paladares.

En el caso del asado, la liturgia por excelencia de los chilenos durante el mes de septiembre, se sugiere privilegiar las carnes blancas como el pollo, el pavo o cerdo extra magro por sobre el vacuno o piezas más grasientas del cerdo.

Obviamente que hay que controlar el consumo de sal, que se asocia directamente al aumento de las enfermedades de presión arterial. A la hora de comprar se deben preferir los productos bajos en sodio y al momento de consumirlos, retirar el salero de la mesa.

Aunque tiene que ver con una motivación personal y no parte de un modelo de dieta que se impone por sobre otras posturas, realizar actividades al aire libre en estas fiestas patrias, como caminatas o paseos familiares y bailar cueca para mantenerse en forma y quemar las calorías consumidas en exceso es una muy buena opción.

Si de alguna forma quiere ser más metódico y riguroso con la dieta, puede proponerse un menú sano y seguirlo al pie de la letra, tal como el que entregamos a continuación:

Desayuno:
Jugo de fruta o una fruta.
Lácteo descremado (yogurt, leche).
Medio pan con pechuga de pavo, quesillo o mermelada light (400 calorías en total).

Almuerzo:
1 empanada de pino (450 calorías).
1 copa de vino, de preferencia tinto (opcional, 84 calorías).
1 cerveza de 330 cc. (120 calorías).
1 vaso de bebida light o zero.
Ensalada surtida como tomate, lechuga, apio, zanahoria (70 calorías).
Trozo de carne + 1 papa cocida (400 calorías)

Postre:
Tutti fruti con manzana, plátano, naranja (212 calorías)

Cena:
Trozo de carne + ensalada.
1 vaso de bebida light o zero.
1 fruta (120 calorías).

Opciones:

• Para el postre, también se puede recurrir a compotas, huesillos con endulzante, merengue endulzados con edulcorantes en polvo o líquido, y jaleas dietéticas.
• Preferir las empanadas de horno por sobre las fritas.
• Reemplazar la mayonesa por otras salsas como yogurt natural diet mezclado con ciboulette, perejil, cilantro, eneldo, orégano, páprika, mostaza, pepinillos o pickles.