• Florencia Monje, Equipo de Kinesiología
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El balón kinésico o también llamado balón de pilates o de Klein es un excelente aliado durante el embarazo y el parto.

El sólo hecho de sentarnos en él nos permite masajear nuestra musculatura de piso pélvico y puede ser tremendamente versátil a la hora de ejercitarnos durante la gestación. Nos permite estabilizar nuestro tronco, poder flexibilizar nuestra pelvis en sentido anteroposterior, lateral, en círculos, nos exige mejorar nuestro equilibrio y para eso trabaja la musculatura de manera global.

Sirve para mantenernos en forma durante este período y también para realizar ejercicios terapéuticos para tratar alguna alteración, como por ejemplo lumbago.

Durante el trabajo de parto puede ser también de gran ayuda para promover la relajación, la libertad de movimientos de la pelvis, permitirnos posicionarnos por ejemplo de rodillas abrazando la pelota para poder descansar o recibir un masaje. Recordemos que el movimiento es el mejor aliado de la mujer de parto.

Confinar a una mujer en trabajo de parto a una camilla es lo peor que se puede hacer, se bloquea la pelvis y el parto se hace más lento y doloroso. Hoy en día, muchas maternidades cuentan con pelotas kinésicas para que las mujeres puedan hacer uso de ellas según sus necesidades o preferencias.

Es importante conseguir uno de buena calidad, inflarlo de manera que quede firme y fijarnos en el tamaño según nuestra estatura.  Debes sentarte con seguridad, piernas bien separadas.

La mayoría de las mujeres -que miden entre 1.60 y 1.72- necesitan uno de 65 cms. Si mides menos de 1.60 debe ser de 55 cms., para que quedes cómoda, y si mides más de 1.72 debe medir 75 cms.

Así que ya sabes, adquirir una pelota de pilates para utilizar durante tu gestación y en tu trabajo de parto, puede ser una excelente inversión. Son fáciles de encontrar y hay a precios muy accesibles.