• Florencia Monje - Aporte para Kinesiología
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Durante el embarazo, estamos más propensas a sufrir edema. El edema es una acumulación de líquido en el tejido subcutáneo y es una condición muy común en la gestación, afectando a un 80% de las mujeres que esperan un hijo y es el culpable de los clásicos pies hinchados en el embarazo. Esto ocurre por un tema hormonal que hace, por un lado, que los vasos estén más distendidos y, además, más permeables permitiendo el paso de líquido hacia el exterior.

Existen varias medidas que pueden ayudar. Por un lado, el ejercicio siempre es beneficioso. Caminatas y natación son muy recomendados.

Evitar estar en posiciones estáticas durante prolongados períodos de tiempo, sobre todo si es de pie. El uso de pantys compresivas también puede ayudar. Y una técnica muy utilizada es el drenaje linfático.

Cómo ayuda el drenaje linfático

El drenaje linfático es una técnica de terapia manual que busca drenar el líquido a través del sistema linfático, que va en paralelo al venoso y arterial. Esta es una técnica que se debe hacer muy suave, lenta y sin cremas.

La idea es estimular el sistema linfático, que es muy superficial. Cuando se hace fuerte, se colapsan los vasos y no es efectivo. Es apenas un masaje, indoloro, que debe ser hecho por un profesional calificado y que se recomienda mucho en el embarazo para manejar las molestias.

Si tienes pocos síntomas, realizarte un drenaje una vez por semana y seguir las recomendaciones mencionadas puede ayudarte a manejarlo muy bien.